sábado, 12 de julio de 2008

Historias curiosas de la música


Hoy os recomiendo un libro que me acaban de regalar, es un libro muy apropiado para esta época veraniega pues es de muy fácil lectura además de muy ameno. Se trata de "Historias curiosas de la música. Así como suena (2)" de Lawrence Lindt de la editorial Ma non troppo.

Esta obra es un compendio de anécdotas relacionadas con compositores, intérpretes, directores, cantantes, obras musicales e instrumentos musicales.

A continuación transcribo una anécdota con Stravinsky y un flautista como protagonistas:

POR UN FLAUTISTA MENOS NO PASA NADA
Stravinsky, como es sabido, no sólo fue un gran compositor, sino también actuó como director de orquesta. Acerca de Strawinsky como director, Enric Casals (hermano del célebre Pau Casals) recoge esta anécdota:

En diferentes ocasiones, la Orquesta Pau Casals había realizado sus series de conciertos en el Gran Teatro del Liceo y, en dos de éstas el director era Igor Stravinsky, que dirigía programas enteros de sus obras. Hoy en día, los públicos están acostumbrados a todo, y los músicos todavía más, pero en los años veinte, cuando las obras de Stravinsky motivaban que se rompieran las butacas de las salas donde se tocaban, el señor Vila (primer flautista de la orquesta), en un ensayo, no pudo dominar su indignación por lo que se veía obligado a tocar y poniendo con toda la calma la flauta en su estuche, se levantó, y sin decir palabra se fue. Entre los asistentes al ensayo, sentado en una butaca, estaba el presidente de la Orquestra Pau Casals, el señor Carles Vidal-Quadras, persona de la mayor distinción. El hecho de la deserción del señor Vila le impresionó tanto que, al llegar la pausa en medio del ensayo, corrió a encontrarse con Stravinsky, quien todavía estaba ante su atril de director. El señor Vidal-Quadras tenía de natural el cutis rojizo, pero en aquel momento lo ví por primera vez pálido. No sabía como comenzar a disculpar la acción del señor Vila. Por fin, medio tartamudeando, le pidió disculpas alegando que el señor Vila tenía ya una cierta edad. Con buen humor Stravinsky le dijo:
"Yo estoy acostumbrado a que me dejen orquestas enteras, así que por una sola flauta no pasa nada"







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